lunes, 15 de diciembre de 2014

III RUTA BAROJIANA, CONVOCATORIA DOMINGO 28 DE DICIEMBRE DE 2014






Cita: Estatua Pío Baroja en Cuesta de Moyano
Visita guiada por los domicilios en los que Pío Baroja vivió y ejerció su labor como escritor en Madrid. Desde la estatua a él dedicada, en la Cuesta de Moyano, haremos un recorrido por los lugares más singulares en la vida urbana del escritor donostiarra. Las calles de Ruiz de Alarcón, Misericordia y Mendizabal serán testigos de nuestra ruta ilustrada, sin olvidar aquellos emblemáticos lugares que acompañaron su trayectoria en la Villa y Corte. Parque del Retiro, Real Academia de la Lengua, Puerta del Sol, Descalzas Reales, Plaza de España y Altos de Príncipe Pío. Todo ello amenizado con comentarios y datos históricos y literarios que resaltarán la importancia de uno de los mejores escritores españoles.
Los años finales del siglo XIX y los primeros del siglo XX en Madrid vistos por el propio autor, sus primeras impresiones de la ciudad, sus vivencias como ciudadano y escritor y su posterior acomodo durante la postguerra y sus últimos años.
Duración: 3 horas
Comienzo 11:00 am, (concentración con 15 minutos de antelación)
Se entregará a cada asistente Catálogo de la Ruta y carpeta con texto y fotografías. Habrá refrigerio a mitad de la Ruta.
Precio: 15 € 
Reserva de plazas en : http://alazardelasletras.blogspot.com
o llamando al teléfono 620068554 
Número máximo de 10 plazas (por riguroso orden de reserva)

Caso de anulación de la Ruta se avisará a los participantes con 24 horas de antelación.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

ANUNCIO II RUTA BAROJIANA




II RUTA BAROJIANA, DOMINGO 19 DE OCTUBRE DE 2014

Cita: Estatua Pío Baroja en Cuesta de Moyano
Visita guiada por los domicilios en los que Pío Baroja vivió y ejerció su labor como escritor en Madrid. Desde la estatua a él dedicada, en la Cuesta de Moyano, haremos un recorrido por los lugares más singulares en la vida urbana del escritor donostiarra. Las calles de Ruiz de Alarcón, Misericordia y Mendizabal serán testigos de nuestra ruta ilustrada, sin olvidar aquellos emblemáticos lugares que acompañaron su trayectoria en la Villa y Corte. Parque del Retiro, Real Academia de la Lengua, Puerta del Sol, Descalzas Reales, Plaza de España y Altos de Príncipe Pío. Todo ello amenizado con comentarios y datos históricos y literarios que resaltarán la importancia de uno de los mejores escritores españoles.
Los años finales del siglo XIX y los primeros del siglo XX en Madrid vistos por el propio autor, sus primeras impresiones de la ciudad, sus vivencias como ciudadano y escritor y su posterior acomodo durante la postguerra y sus últimos años.
Duración: 3 horas
Se entregará a cada asistente Catálogo de la Ruta y carpeta con texto y fotografías. Habrá refrigerio a mitad de la Ruta.
Precio: 15 € 
Reserva de plazas en : http://alazardelasletras.blogspot.com
o llamando al teléfono 620068554 
Número máximo de 10 plazas (por riguroso orden de reserva)

Caso de anulación de la Ruta se avisará a los participantes con 24 horas de antelación.

martes, 23 de septiembre de 2014

IV RUTA CARLISTA




Querido@s Entorchado@s de la Causa; el próximo 24 de Octubre, fecha de inicio de esta IV Carlistada, se celebra el 181 aniversario de la ominosa proclamación a la Corona de España de la entonces Infanta Isabel de Borbón, hija única de Fernando VII. En esa misma fecha, Carlos María Isidro Benito de Borbón y Borbón-Parma, legítimo sucesor de la Corona al amparo de la Ley Sálica promulgada en 1735, se niega por primera vez al reconocimiento de su sobrina como futura reina de nuestro amado país. Por esta causa, y aupándonos en el recuerdo y el rechazo de tamaño atropello legitimista, celebraremos la IV Ruta Carlista que tendrá como lema "Espadas en alto por Don Carlos María Isidro de Borbón". Sirva entonces este acontecimiento para invitar a los receptores de este mensaje a participar en los fastos organizados con tal motivo.

Me es grato informarles igualmente que cabe la posibilidad de extender un día más la convocatoria de las fechas inicialmente señaladas para la IV Ruta, bien comprendiendo el Jueves 23 o el Lunes 27 de octubre. Ese día de más se dedicaría a incluir en las actividades las visitas a las villas de Leitza, donde tendremos la posibilidad de contemplar los archivos históricos de la familia Baleztena, de honda raigambre carlista, y de Oroquieta, hermosísima localidad no muy lejana de la primera, donde tuvo lugar una importante batalla y participó, por primera vez, la Cruz Roja como servicio de socorro a las bajas producidas en ambos bandos. 
Querido@s amigo@s, quedamos a la espera de vuestra respuesta que, de seguro, confirmará vuestro ineludible y firme apoyo a la divina Causa que a todo@s nos une.


jueves, 5 de junio de 2014

ANUNCIO II RUTA BAROJIANA



II RUTA BAROJIANA, SÁBADO 28 DE JUNIO DE 2014

Cita: Estatua Pío Baroja en Cuesta de Moyano
Visita guiada por los domicilios en los que Pío Baroja vivió y ejerció su labor como escritor en Madrid. Desde la estatua a él dedicada, en la Cuesta de Moyano, haremos un recorrido por los lugares más singulares en la vida urbana del escritor donostiarra. Las calles de Ruiz de Alarcón, Misericordia y Mendizabal serán testigos de nuestra ruta ilustrada, sin olvidar aquellos emblemáticos lugares que acompañaron su trayectoria en la Villa y Corte. Parque del Retiro, Real Academia de la Lengua, Puerta del Sol, Descalzas Reales, Plaza de España y Altos de Príncipe Pío. Todo ello amenizado con comentarios y datos históricos y literarios que resaltarán la importancia de uno de los mejores escritores españoles.
Los años finales del siglo XIX y los primeros del siglo XX en Madrid vistos por el propio autor, sus primeras impresiones de la ciudad, sus vivencias como ciudadano y escritor y su posterior acomodo durante la postguerra y sus últimos años.
Duración: 3 horas
Se entregará a cada asistente Catálogo de la Ruta y carpeta con texto y fotografías. Habrá refrigerio a mitad de la Ruta.
Precio: 15 € 
Reserva de plazas en : http://alazardelasletras.blogspot.com
o llamando al teléfono 620068554 
Número máximo de 10 plazas (por riguroso orden de reserva)

Caso de anulación de la Ruta se avisará a los participantes con 24 horas de antelación.


viernes, 23 de mayo de 2014

SALIENDO DE MADRID HACIA EL NORTE.





"HALMA"                                   BENITO PÉREZ GALDÓS
Para el lector de Galdós suele ser de interés el adentrarse en la secuencia temporal y narrativa de sus obras, cuestión que queda, por ejemplo,  meridianamente clara en sus "Episodios Nacionales",(con el ambicioso friso histórico que abarca gran parte del devenir de España durante el siglo XIX), pero que puede resultar de cierta complejidad cuando alguien se zambulle sin tal conocimiento en el resto de sus obras. Y afortunadamente puede saltar la sorpresa cuando, al cabo de un buen tiempo de lectura de un libro concreto,  nos enfrentamos, sin ese conocimiento previo aludido, al hecho de la continuidad temporal y narrativa de otro trabajo del mismo autor, leído inmediatamente antes. Tal me ocurrió durante el transcurso de la lectura de "Halma" que, si bien está datada (octubre de 1895) poco después de la culminación de "Nazarín" (mayo del mismo año), ignoraba en su conjunto que era la continuación de las aventuras y vivencias del protagonista de ésta última.

Y no solo se trata de una secuencia narrativa y temporal, la de "Halma" hilvanada a la sombra de los acontecimientos previamente narrados en "Nazarín", si no que esa continuidad se presenta al lector bajo la atrayente figura de una protagonista que funciona como un fiel contrapeso de aquél personaje que ocupó la acción principal en la novela anterior. Frente al actor de "Nazarín", presunto héroe de la abnegada santidad confundida con la locura, la actriz de "Halma", heroína y aristócrata traicionada por el destino y visionaria de un futuro en común con su "alter ego" masculino. Galdós, además, como arquetipo del más potente narrador de la literatura española moderna (valga esta acepción para cubrir un panorama que abarcaría los últimos 150 años) se sirve de la herramienta de una voz externa, como relatora interesada en dar a conocer la más cercana realidad de la historia que nos cuenta, y de la inclusión de la referencia al texto anterior, esto es, del propio relato de la novela de "Nazarín", (como conocimiento que poseen los protagonistas de "Halma") para refrendarla o, así ocurre en otras ocasiones, para desdeñar esa historia como falsa o incongruente.

Doblez, por lo tanto, constante en la estructura anímica y en el propio contenido de "Halma"; lo femenino frente a lo masculino, lo solamente presentido, la santidad de Nazarín, frente a lo ténuemente confirmado, la locura del mismo personaje, la fuerza visionaria de la protagonista de "Halma", que en ocasiones otorga a la narración un atractivo velo de misterio, frente a la robusta praxis de aquellos que se aferran a la realidad circundante, la huida de la ciudad hacia un norte lóbrego y descuidado, frente a una primera salida hacia un suroeste mísero e infectado. Todo ello calafateado en una suerte de aglutinante religioso que, manifestado vívidamente por el propio comportamiento y por el léxico de los principales corifeos y sus grupos de admiradores y seguidores, raya unas veces en la frontera de lo heterodoxo, otras en la cursilería de la sacristía y del parlamento de las damas catequistas. Dicotomía en la acción y en el sentimiento, tan así es que sentimos, al concluir la lectura de "Halma", como si el círculo real de la narración se hubiera cerrado; frente a la vida y milagros de un mismo Jesucristo en "Nazarín", la figura de una Santa Teresa de Jesús que pretende iniciar su camino de salvación en "Halma".

Y frente a los principales protagonistas de ambas novelas, ya de suerte que la acción de uno se confunde y complementa con la del otro, aparecen otros personajes que, unos repitiendo papel en ambas novelas, los demás como nuevos invitados, conforman todo un andamiaje de acontecimientos que se engarzan a la perfección dentro de un todo que presupone, casi al final de la narración, una especie de ruptura con "el orden establecido", retorno hacia una anarquía primaria que supondrá un castigo para las voluntades demasiado ambiciosas de algunos protagonistas, premio para la sencillez y la reducida expresión del amor familiar básico en otros. El matrimonio final de Catalina con José Antonio de Urrea, antiguo calavera que queda bajo el amparo de la primera (en un vertiginoso cúmulo de propósitos, más semejantes a una redefinición de un “complejo de Edipo” satisfecho), se utiliza como prueba definitiva de la personalidad beatífica, y también práctica, de un Nazarín que, a la luz de su último consejo, queda definitivamente redimido.


Excelente novela, pues, que quizás adolezca del magnetismo y del aura misteriosa de “Nazarín”, aunque bien es cierto que dispone de suficientes elementos para atraer y mantener la atención del lector. Las últimas imágenes nos ofrecen la visión de un paraje inventado, Pedralba, pedanía ruinosa ubicada hacia el occidente de San Agustín de Guadalix, donde Catalina y José Antonio se disponen a rehacer su nueva misión. El resto de los protagonistas se desplazan hasta Alcalá de Henares, un último viaje que cerrará para siempre su itinerario vital. Un poco más lejano en el tiempo nos queda el Madrid de “Misericordia”, pero eso ya son otras palabras, mayores.


viernes, 25 de abril de 2014

SALIENDO HACIA EL SUROESTE DE MADRID




"NAZARÍN"                       BENITO PÉREZ GALDÓS
Encarnado en la idea de recuperación de la obra (aun pendiente de ser totalmente descubierta) del prolífico y célebre autor canario don Benito Pérez Galdós, me sumerjo en la lectura de "Nazarín", una de sus novelas más conocidas. El proceso inicial consiste, quede acreditado en estas líneas, en irme acercando a los libros de Galdós cuya temática tenga como punto de referencia la ciudad de Madrid, toda vez que pueden ser ellos objeto de estudio para posibles y futuras rutas literarias. Y este "Nazarín", sin duda alguna, ofrece a éste lector interesado esa posibilidad, si bien matizada por algunas características propias que, según indicaremos a continuación, le otorgan una personalidad "rutera" singular.

Al contrario que la novela del mismo autor "Misericordia", recientemente leída, "Nazarín" contempla un ámbito geográfico y local que no se desarrolla enteramente en la ciudad de Madrid, como es el caso exclusivo de la inicialmente mencionada. La gran ciudad es la protagonista de las dos primeras partes de "Nazarín" y, concretamente, sus barrios y arrabales del sur, cercanos a las salidas amparadas por los puentes de Toledo y Segovia, nos sirven de escenario para la presentación de los personajes y del ambiente, siempre cercano a la miseria, en el que se mueve la acción de la novela. Es a partir de la tercera parte y hasta su final (que se desarrolla desde la tercera hasta la quinta parte, cuando los protagonistas salen fuera de Madrid y la trama acontece en las poblaciones que conforman la salida suroccidental de la capital), el momento en que la geografía urbana se transmuta radicalmente en un localismo rural y, a la par se adivina, tanto en la narración como en el itinerario de los protagonistas, una estructura cíclica que supondrá un nuevo retorno al ámbito urbano, final de un trayecto de peregrinaje obligado por las propias características narrativas de la novela.

Hay muchos aspectos a destacar en "Nazarín" como estructura literaria perfectamente delimitada. En sus dos primeras partes Galdós nos presenta a los protagonistas principales de la novela, el cura Nazarín ("de perfil antropológico medio árabe"), las "perdidas" Andara y Beatriz que le acompañarán en su peregrinaje exterior, la tía Chanfaina y el "reporter" anónimo (trasunto de un probable "transcriptor" de los hechos que se narran durante la obra, muy en la línea de lo que sucede en "El Quijote" de Cervantes), todos ellos rodeados de un ambiente de miseria económica y moral que concluye, al "calor" de un incendio provocado, en la necesidad de una salida de la ciudad, fiel espejo del agobio existencial producido por la lucha descarnada por la subsistencia. Y en esta "huida hacia delante", fuera ya de los muros de la ciudad y adentrándose en las zonas rurales y agrícolas aledañas, es donde quizás nos encontramos con la trama narrativa más lograda e interesante de la obra de Galdós.

Una trama, un motivo, fielmente expresado por el principal protagonista Nazarín al comienzo de la tercera parte. "No huía de las penalidades, sino que iba en busca de ellas; no huía del malestar y la pobreza, sino que tras de la miseria y de los trabajos más rudos caminaba. Huía sí de un mundo y de una vida que no cuadraban a su espíritu, embriagado, si así puede decirse, con la ilusión de la vida ascética y penitente". Y a buena fe que nuestro cura peregrino encuentra esas penalidades y rudas labores, bien encarnadas en la miseria y la enfermedad a la que se enfrenta en las poblaciones agrícolas que visita, bien en el enfrentamiento contra los caciques rurales propios de la época y del lugar, bien en el sentimiento encontrado, la maledicencia y la incomprensión de una clase popular analfabeta, arcaica en sus formas y de comprensión primitiva. Más favorables unos ambientes que otros, el cura Nazarín "presiente", en el transcurso del nudo narrativo, un final problemático que se sucederá en las dos últimas partes de la novela.

Partes finales (cuarta y quinta de la novela) que evocan, de una manera clarividente, los días finales de Jesucristo desde su soledad del Monte de los Olivos hasta su crucifixión; imitación e imaginario en el que se regodea el autor anticipando y relatando hechos muy semejantes a tales acontecimientos, tanto en la propia narración como en el espíritu martirológico que el protagonista principal asume como último y definitivo ejemplo de una conducta asimilada al sacrificio personal, redención última de los pecados y culpas ajenas. Ignoramos, y aquí quizás se echa en falta una razón explicativa de Galdós durante el transcurso final de la novela, si las razones a tal comportamiento del protagonista Nazarín se deben a alguna especie de "iluminación divina", propiciada durante su estancia anacoreta en la torre derruida (escenario tan bien representado en la película homónima del insigne Luis Buñuel) o, por el contrario, tal decisión deviene lógica a la luz de las propias secuencias narrativas de un autor que, no lo dejemos pasar en vano, utiliza la psicología popular y el entramado histórico religioso como colofón en buena parte de sus novelas. Me inclino a pensar esto último.

Se cierran las imágenes, ya lo indicamos párrafos atrás, con un retorno a la gran urbe, lugar donde nuestro protagonista, siempre seguido por sus fieles "perdidas" y un último "buen ladrón" que se adhiere a la causa, se supone que dará justa causa por un comportamiento a todas luces incorrecto o anormal para las mentes dominantes de la época. Una postrera enfermedad le salvará seguramente del suplicio condenatorio y esa probable voz ficticia del "transcriptor", que nos ha ido dando relación fidedigna de los acontecimientos, se hace una sola voz con otra supuestamente divina que, feliz Nazarín por fín, le asegura una vida si no eterna si conminatoria a nuevas hazañas apostólicas. Un "continuará..." aparece como la última palabra que Galdós no escribió. Queda, en el magín del lector, un buen sabor de boca tras la lectura de "Nazarín". Una "road movie" literaria de las postrimerías del siglo XIX que, además de "hacernos ver" una potentísima secuencia de imágenes antiguas, nos plantea una serie de acontecimiento que, al poco de indagar en sus causas y efectos, nos coloca en una situación de incómoda similitud más de un siglo después.


UN POCO DE GALDÓS..., Y DE MADRID




"MISERICORDIA"                                     BENITO PÉREZ GALDÓS
La lectura de uno de los mejores libros de un autor consagrado, en ambos sentidos, tanto a nivel interno como externo, supone siempre un benéfico ejercicio para el lector. Si ese autor es Benito Pérez Galdós y el libro "Misericordia", créanme, se cae rápidamente en la cuenta de haber dado al tiempo su merecido, de haberle vencido en toda regla, sabedores de que la partida ha caído esta vez de nuestro lado, tan grata es la satisfacción producida al concluir la obra. Y cuanto más cuando ahora mismo, en esta especie de submundo virtual en el que vivimos, la lectura pone aun en marcha todo un proceso mental en el que la imaginación, potenciada al máximo en los buenos textos de los grandes escritores, choca y vence afortunadamente contra los guiones de cartón piedra impuestos por unas plataformas sociales que, intentando englobarlo todo, solo consiguen patentar su más que continua vaciedad.


Lejos de mi intención el imponer una previa distinción entre los lectores (incluyendo a aquellos que pretendan serlo) de esta magnífica novela, pero no deja de ser evidente que al ser "Misericordia" un historia eminentemente localista en su entorno geográfico, el Madrid de las postrimerías del siglo XIX, aquellos habitantes "gatos", oriundos o producto del aluvión inmigrante (que todos maullamos en este extenso prado), jugarán siempre con ventaja respecto de aquellos otros que no tengan la suerte (nunca la desdicha) de ser habitantes de esta ciudad sin ley. Y es que por sus páginas corre el sabor añejo de un Madrid ya en el filo del fin de siglo decimonónico, con especial mención a muchas de sus calles, todavía hoy en buena medida subsistentes, barrios que pueden haber cambiado de nombre (en pocos casos) y de contorno social (afortunadamente en la mayoría de los entonces más degradados) y ambientes populares (afortunadamente también ajenos al casticismo chulapo) que nunca serán del todo ajenos a todos aquellos que llevamos viviendo ya unos cuantos años en la ciudad de Madrid. Así de fácil, entonces, resulta en muchos de los pasajes de las novelas que el "lector madrileño" (¿queda alguno por ahí...?) pueda identificar con facilidad el entorno urbano del que se sirve Galdós para presentar a sus protagonistas y, en ellos, la historia que conforma el entramado de la novela.


Madrid que a principios de siglo XIX no llegaba a los 200.000 habitantes ve, en el transcurso de apenas 90 años, incrementada su población hasta la cercanía del medio millón. Una ciudad a la que acude un torrente ingente de inmigración interior, rural en su mayoría, que tiene más que difícil acomodo en una urbe sin apenas industria, casi nulo trabajo que ofrecer a esa riada de foráneos, además de no disponer de suficiente espacio inmobiliario para acogerla, produce sin quererlo una tipología de habitante que será lacra hasta los primeros años 30 del siglo pasado. El pobre, el miserable, un ser humano sometido a las condiciones de vida más penosas que podamos imaginar, falto de todo tipo de prestaciones sociales (salvo la proporcionada por los servicios oficiales del propio municipio, a todas luces escasísimo, o por una Iglesia acomodada a una labor caritativa, lejos también de solucionar el problema en origen), condenado de por vida a la mendicidad, a la delincuencia en muchos casos, cuando no y en toda forma, a una corta expectativa de vida, tantas veces segada por la falta fragante de condiciones higiénicas en sus lugares de residencia o de atención sanitaria adecuada. 


Todo ello enmarcado en un ambiente social donde el inmovilismo, la parálisis de ideas y el recelo por el esfuerzo productivo promovían en la mayoría de la ciudadanía madrileña una sensación de grande apatía por el cambio y el progreso (cambio y progreso que ya se habían dado en ciudades como Barcelona o Bilbao...) Madrid, entonces habitada por una burguesía de pequeños comerciantes y artesanos, enriquecidos especuladores de Bolsa, aristocracia terrateniente, funcionarios y cesantes, incipiente clase obrera, se enfrenta a un reto de inmenso alcance que nunca supo (o quiso) resolver. Políticos logreros, al arrullo de las regalías y corruptelas producidas por el propio sistema de la Restauración, hicieron todo lo posible para perpetuar esta situación, paradigma de una concepción fuertemente arraigada entre la clase dominante, la de un país del que se consideraban como dueños absolutos y del que pretendían seguir siéndolo.

Es este el entramado histórico de la novela de Galdós, "Misericordia", cuyo título hace alusión a un asilo para ancianos y ancianas mendicantes que se encontraba a las afueras de la ciudad, en El Pardo y que, según comentan algunos de los protagonistas que tienen la desdicha de "alojarse" en sus instalaciones, más bien parecía cárcel que hospicio. Y por esos vericuetos se mueven, buscándose la vida como pueden, la Benina, doña Paca y sus hijos, el ciego Almudena, el sacerdote don Romualdo, y tantos otros tipos humanos que otorgan a la novela, con un colorido de evidente denuncia social, un friso incomparable donde queda patente y a la luz pública la situación de tremenda decadencia y desigualdad de la sociedad de entonces. 

Galdós, escritor de poderosa prosa, artífice de un idioma brillante, humorístico e irónico, arrebolado a veces en su ansia de recreo estilístico, lleva al lector en volandas por los meandros de una acción que, según transcurren los capítulos, convierte inesperadamente lo ideado en realidad, dando un giro argumental a la novela que la dota, en toda regla, de una chispa incomparable. Queda así el lector atrapado, tanto por la sólida estructura narrativa como por el capricho de unos acontecimientos que, gracias al invento y al embuste perseguido, no dan hasta muy al final del libro con la solución buscada. Una suerte de respuesta evangélica que pueda redimir a una última prepotente protagonista, una absolución del pobre frente al nuevo rico que, en buena medida, nos sitúa frente a un autor que reconoció al final en la piedad unas mínimas condiciones salvadoras.

miércoles, 2 de abril de 2014

I RUTA BAROJIANA. SÁBADO 10 DE MAYO A LAS 10:45 HORAS.


Cita: Estatua Pío Baroja en Cuesta de Moyano
Visita guiada por los domicilios en los que Pío Baroja vivió y ejerció su labor como escritor en Madrid. Desde la estatua a él dedicada, en la Cuesta de Moyano, haremos un recorrido por los lugares más singulares en la vida urbana del escritor donostiarra. Las calles de Ruiz de Alarcón, Misericordia y Mendizabal serán testigos de nuestra ruta ilustrada, sin olvidar aquellos emblemáticos lugares que acompañaron su trayectoria en la Villa y Corte. Parque del Retiro, Real Academia de la Lengua, Puerta del Sol, Descalzas Reales, Plaza de España y Altos de Príncipe Pío. Todo ello amenizado con comentarios y datos históricos y literarios que resaltarán la importancia de uno de los mejores escritores españoles.
Los años finales del siglo XIX y los primeros del siglo XX en Madrid vistos por el propio autor, sus primeras impresiones de la ciudad, sus vivencias como ciudadano y escritor y su posterior acomodo durante la postguerra y sus últimos años.
Duración: 3 horas
Se entregará a cada asistente Catálogo de la Ruta y carpeta con texto y fotografías. Habrá refrigerio a mitad de la Ruta.
Precio: 15 € 
Reserva de plazas en : http://alazardelasletras.blogspot.com
o llamando al teléfono 620068554 
Número máximo de 10 plazas (por riguroso orden de reserva)
Caso de anulación de la Ruta se avisará a los participantes con 24 horas de antelación.